DIMENSIÓN
Soñé que te encontraba sentado en la mesa de un bar. Estabas tan lindo. Lindo como siempre. Nos veíamos y nos saludábamos. Nos abrazamos tan fuerte que logramos desaparecer de ese lugar y entramos a una dimensión desconocida. Un lugar donde no habíamos estado nunca pero que los dos conocíamos perfectamente. Estábamos en ese rincón donde nos encontramos cada vez que logramos recordarnos mientras leemos un libro o escuchamos la canción que sonaba la primera vez que nos besamos.
Resbalamos por un túnel y caímos, sin golpearnos, en un piso que se asemejaba a una nube y por un instante miramos la nada tomados de la mano. Te miré, me miraste y sonreímos. “Lindo”, te dije.
No sé cuánto tiempo permanecimos en silencio. Sólo disfrutando la compañía del otro. El calor de nuestras manos.
Cuando volvimos a abrazarnos la dimensión desapareció y aparecimos en el bar. Te dije que esperaba que estés bien y me desperté.
