Cuando te conocí

Me acuerdo de mirarte por la ventana yéndote de mi casa sin saber que a mi me explotaba el corazón y me ardían las piernas que aún no comprendían bien qué estaba pasando. Me acuerdo haberte dirigido unas palabras. Me acuerdo que no me acuerdo tu voz de aquellos tiempos.

El cielo se venía abajo y la mañana, que no se había enterado que la noche había culminado, nos vio llegar y nos miró desconcertada pero con esperanzas. Vos por tu lado, yo por el mío. Para qué romper las tradiciones.

Entré en una nueva dimensión sin hacer ruido, sin que nadie me vea, entré en silencio. No me acordaba que se sentía tan fuerte tu presencia. Nunca pensé que podías verte más lindo que en mis recuerdos. Y ahora que tu presencia lo abarca todo me quiero perder en tu cuerpo como quien se pierde, sin pensarlo en un laberinto. Me quiero perder en tu cuerpo como se pierden las estrellas en la inmensidad del universo.

Yo te vi venir y creo que viniste y me miraste como te miraba yo a través de la ventana. Te vi venir y me dijiste que era una tontera seguir perdiendo tiempo en esta dimensión infinita. Me dijiste que vos escuchaste cosas que te dije en esos años en los que sigo sin poder recordar cómo sonaba su voz, su voz que hoy me está hablando y me está invitando a ser parte de un mundo, su mundo, el mundo en que quise sumergirme desde el día en que cruzó mi casa cuando a mi me temblaba el alma y yo no entendía. No entendía lo que ahora entiendo.